A aquéllos que atacan la Iglesia de Cristo enseñando que la Iglesia de Cristo esta dividida en denominadas “ramas” que difieren en la doctrina y estilo de vida, o que la Iglesia no existe visiblemente, pero será formada en el futuro cuando todas las ramas o sectas, o denominaciones, e incluso las religiones se unirán en un solo cuerpo; y quién no distingue el sacerdocio y los misterios de la Iglesia, de aquéllos de los herejes, sino que afirma que el bautismo y eucaristía de los herejes son eficaces para la salvación; por consiguiente, a aquéllos que a sabiendas están en comunión con estos herejes mencionados o quién apoye, disemine, o defienda su nueva herejía, ecumenismo llamada comúnmente, bajo el pretexto de amor fraternal o la supuesta unificación de los Cristianos separados, ¡Anatema!
–Del Concilio de Obispos de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, 1983